Aquí está la famosísima portada del día de ayer del periódico La Razón, que se ha convertido en trending topic durante el día de ayer y hoy, debido a la manipulación (presunta o supuesta me parecen adjetivos que no son necesarios aplicar) de la fotografía empleada en la portada del diario el día de ayer, teniendo como noticia principal, la manifestación del 19J congregada e iniciada por Los indignados. Bien, como dijo el cirujano, vamos por partes.

Para empezar, da lugar a dudas que un periódico de primera línea a nivel nacional pudiese hacer semejante chapuza de retoque fotográfico y menos que lo publicara en primera página de su diario, en una noticia de tal envergadura y que además tuviese la poca decencia de decapitar a un manifestante que tan solo quería expresar su opinión. Por otra parte, La Razón es un medio que siempre se ha posicionado en contra de estas concentraciones y manifestaciones (pacíficas en su esencia, aunque haya habido altercados, también, por otra parte, motivados por las cargas policiales), por lo que, tampoco es del todo descabellado que exista una manipulación.

Yo no he visto la portada de La Razón del día de ayer, por lo que, no puedo asegurar que la fotografía haya aparecido con semejante atropello al diseño y retoque fotográfico, pero el propio medio se ha manifestado y ha justificado el hecho de que la fotografía haya «salido» así:

«La fotografía que aparece en la portada de hoy se realizó desde un balcón del Hotel Palace de Madrid. La idea de esta imagen era obtener una panorámica lo más amplia posible de la manifestación del 19-J. […] Al no existir un objetivo fotográfico que capte más de 180 grados, el fotógrafo Alberto R. Roldán optó por emplear un gran angular, disparando seis fotogramas verticales para lograr la máxima amplitud y menor deformación”, explican desde el diario.

Esta explicación, cuanto menos, bastante técnica, no exime la responsabilidad y profesionalidad del fotógrafo a la hora de plasmar la escena, por lo que a pesar de intentar escudarse en un error de enfoque y captura, no cabe duda que la fotografía es una auténtica chapuza. Después de reflexionar sobre ello, solo queda pensar que se trata de una manipulación del diario, con interés en reducir el número de asistentes a la manifestación vía herramienta borrar y tampón de clonar photoshópico. Si es que el buen uso del Photoshop puede resultar maravilloso, pero el mal uso del mismo, es fatídico.

Bajo mi punta de vista, lo más lógico sería tan sólo ceñirse a las cifras: si no te interesa darle bombo, cita las cifras de la Policía y el Ministerio de Interior que tienden a reducir a la mitad o a la cuarta parte la realidad, frente a las cifras de asistencia que afirma la Organización que encabeza la manifestación, que tiende a doblar dichas cifras reales para contrarrestar. En fin, para quitar hierro al asunto, cabe decir que, como me tienen dicho: «ni el lobo es tan lobo, ni el cordero es tan cordero», que viene a significar que los «malos» no son tan «malos» ni los «buenos» son tan «buenos». Esto es, si te pillan pues, una de dos: reconoces haber cometido un error intentando reducir el número de asistentes al evento, o bien, puestos a continuar la mentira, afirmas que se trata de difamaciones de medios de comunicación contrarios a tus intereses. Pero defenderse con esta respuesta técnica… no resulta convincente…

Para el debate, abro estas «posibles» manipulaciones de la cadena Intereconomía en su programa «El gato al agua«, que, a mi parecer, son cuanto menos, muy cómicas. Para mí, es descojone asegurado.